Somos luz
Elementos
con mayor presencia en el cuerpo humano
Nombre
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masa %
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Importancia o función
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Oxígeno
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65
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Necesario para la respiración celular; presente
en casi todos los compuestos orgánicos; forma parte del agua
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Carbono
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18
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Constituye el esqueleto de las moléculas
orgánicas; puede formar cuatro enlaces con otros tantos átomos
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Hidrógeno
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10
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Presente en la mayoría de los compuestos
orgánicos; forma parte del agua
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Nitrógeno
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3
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Componente de todas las proteínas y ácidos
nucleicos y de algunos lípidos
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Calcio
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1,5
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Componente estructural de los huesos y dientes;
importante en la contracción muscular, conducción de impulsos nerviosos y
coagulación de la sangre
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Fósforo
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1
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Componente de los ácidos nucleicos; componente
estructural del hueso; importante en la transferencia de energía. Integra los
fosfolípidos de la membrana celular.
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Principales Oligoelementos presentes
en el cuerpo humano
Potasio
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0.4
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Principal ion positivo (catión) del interior de
las células; importante en el funcionamiento nervioso; afecta a la
contracción muscular
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Azufre
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0,3
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Componente de la mayoría de las proteínas
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Sodio
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0,2
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Principal ion positivo del líquido intersticial
(tisular); importante en el equilibrio hídrico del cuerpo; esencial para la
conducción de impulsos nerviosos
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Magnesio
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0,1
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Necesario para la sangre y los tejidos del
cuerpo; forma parte de casi todas las enzimas de importancia
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Cloro
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0,1
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Principal ion negativo (anión) del líquido
intersticial; importante en el equilibrio hídrico
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Hierro
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trazas
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Componente de la hemoglobina y forma parte de
ciertas enzimas
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Yodo
|
trazas
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Componente de las hormonas tiroideas
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La memoria genética ha posibilitado que lleguemos
hasta aquí. Tenemos un sistema inmunitario que reacciona a fin de protegernos
ante lo que le resulta desconocido, ante lo que no está incluido en esa
historia sagrada que todos los seres vivos tenemos.
En origen los homínidos fueron recolectores de
frutos, se movían de un paraje a otro, en función de las estaciones, en busca
de los frutos de la tierra.
Más tarde surgió el sedentarismo y con él la
especialización. Se comenzó a cultivar de forma sencilla la tierra
(agricultura) comienza la caza y la cría de animales domésticos.
Todos estos acontecimientos requieren haya
de procesos de adaptación (evolución) en nuestro organismo y así queda en
nuestra estructura intestinal la huella de lo que somos. Tenemos un intestino
que no es herbívoro, pero que tampoco es carnívoro, somos por lo tanto
omnívoros y en principio estamos preparados para alimentarnos, tanto de
especies vegetales como de otros animales.
En las plantas la elaboración de nutrientes se
realiza a través de la función clorofílica y la absorción se realiza a través
de las hojas y de las raíces
Juan Bautista Von
Helmont.-
(1577 – 1644) Planto un sauce de 5 libras en una
maceta con 200 libras de tierra. Después de regarlo durante 5 años
con agua destilada de lluvia y evitando la caída del polvo sobre la maceta,
peso el árbol, registrando un peso de 169 libras y 3 onzas sin considerar
las hojas caídas. El suelo perdió solo 2 onzas de peso en ese
tiempo; su conclusión fue: el agua es el principio de la vegetación.
A través de de las raíces las plantas absorben el
agua y una pequeña parte de nutrientes que le son necesarios para mantener la
estructura (minerales), pero es en la hojas donde se produce un fenómeno
denominado fotosíntesis y del que la planta activada por la luz solar (único
nutriente externo al planeta) obtiene el carbono del CO2 de la atmósfera
Nosotros cuando ingerimos alimentos, destinamos
una porción de ellos a reservas y lo transformamos fundamentalmente en azucares
y grasas que mantenemos en distintos depósitos del cuerpo y otra porción la
destinamos al consumo y mantenimiento de la actividad vital.
La cigarra y la hormiga
En origen las reservas están hechas para mantener
la vida en épocas de carencia y se deberían consumir y reponer con relativa
frecuencia.
No estamos preparados para vivir con los
depósitos de reserva continuamente saturados.
La manipulación de los alimentos en busca de
texturas más agradables o para facilitar su conservación nos lleva a
desnaturalizar los nutrientes que tomamos (restar vida)
(Conservas, sal, aditivos,…)
(Refinado, harinas, azúcar, leche,….)
(Transgénicos, injertos, tomate,…)
Para nutrirnos necesitamos sustancias que
nosotros mismos podemos elaborar a partir de otras más sencillas o desdoblando
otras más complejas y otras cuya ingesta hemos de suplementar para adecuarla a
nuestras necesidades (vitamina D y vitamina B) (germen de trigo y espirulina)
Para absorber determinados nutrientes,
necesitamos adaptarlos (quelatos, bacterias, mariscos) para engancharlos a
compuestos orgánicos que sean absorbibles por nuestra naturaleza.
La luz
En el proceso de nutrición celular, los animales
generamos la energía necesaria para nuestra actividad vital. Para adquirir esa
fuerza interior descomponemos el proceso que realizan las plantas, mediante la
oxidación (combustión) de compuestos de carbono sencillos para producir CO2 +
agua.
Pero en este proceso de oxidación-combustión, no
solo se produce el calor necesario para mantener la vida sino que como en toda
combustión, se produce luz, y esa luz recuperada de los alimentos se dice que
es el alimento del espíritu.
La luz viene a nosotros a través de los alimentos
vivos, íntegros, que han acumulado en sus tejidos la luz solar y nos la
manifiestan con sus colores.
Primer Chacra: Rojo
Segundo Chacra: Naranja
Tercer Chacra: Amarillo
Cuarto Chacra: Verde
Quinto Chacra: Azul
Sexto Chacra: Violeta
Séptimo Chacra: Blanco
Esta es una lista orientativa de alimentos que
estimularían cada chacra al ser de ese color. Una dieta variada en colores
sería la ideal para encontrar el equilibrio energético en nuestra naturaleza.
1. Chacra
raíz (color rojo).
Hortalizas de color rojo: rábano, remolacha, cebollas (rojas), tomate, pimiento rojo...
Frutas de color rojo: fresas, sandía, cerezas,
frambuesas, uvas rojas...
Alimentos ricos en proteínas: los huevos, carne,
legumbres, tofu, productos de soja...
2. Chacra
del sacro (color naranja).
Frutas: Melones, mangos, naranjas, papaya, melocotones, kakis, albaricoques, mandarinas, fruta de la pasión...
Frutos secos: almendras, nueces... Hortalizas:
Zanahorias, calabaza...
3. Chacra
del plexo solar (color amarillo).
Frutas: plátanos, piña, melón, ciruelas
amarillas, peras...
Cereales: Pasta, arroz, patatas, semillas de lino
y semillas de girasol.
Los lácteos en general (leche, quesos y yogur) estimulan este chacra.
Los lácteos en general (leche, quesos y yogur) estimulan este chacra.
4. Chacra
del corazón (color verde).
Frutas: kiwis, aguacate, chirimoyas, manzanas,
higos verdes, uvas verdes...
Hortalizas y verduras de hoja verde: brócoli,
coliflor, diente de león, repollo, apio, espinaca, lechuga, coles, té verde,
perejil, cilantro, tomillo, salvia...
5. Chacra
de la garganta (color azul).
Este chacra se estimula con líquidos como el
agua, zumos de frutas o té de hierbas.
Especias: sal y limón.
6. Chacra
del tercer ojo (violeta, índigo).
Se estimula con frutos de color azul oscuro o
violeta como los frutos del bosque, moras, ciruelas violeta, arándanos, higos
violetas, uvas moradas...
7. Chacra
coronario (color blanco).
Este chacra no se estimula a través de la alimentación,
sino a través del ayuno y del aire limpio. Desintoxicación, sunganzing (mirar
al sol). Sin embargo hay alimentos de color blanco que estimulan todos los
chacras (ajo, cebolla,..)
En los últimos siglos, la humanidad en general y
los más poderosos en particular se ha alimentado dándole el poder a los tres
primeros chacras, sobre todo al primero, el cual rige la impaciencia, la rabia,
el apego, el materialismo, los miedos, el ego, las estrategias... ¿será
casualidad que hasta ahora se haya valorado más el consumo de carne roja y
apenas el de frutas y verduras de color verde?
Si cambiamos nuestra manera de comer,
cambiaremos nuestra manera de pensar y cambiará nuestra vida. Con
la meditación y la alimentación podemos estimular otros centros
de energía, y cambiaremos nuestras vidas. Si queremos llevar una dieta energéticamente
equilibrada, debe ser variada en formas, variedades y colores y comer por los
menos un alimento de cada grupo.
Los fitonutrientes, también llamados fitoquímicos
son las sustancias que le dan a las plantas su color y sabor y comprenden
un grupo de más de 600 químicos naturales presentes en las plantas
Se pueden agrupar en cuatro categorías básicas:
Antioxidantes: Fitoquímicos que combaten el
daño celular causado por los radicales libres que puede llevar al cáncer,
enfermedades cardiovasculares, artritis, envejecimiento y muchas otras
enfermedades crónicas.
Detoxificantes: Los fitoquímicos de esta
categoría, ayudan al cuerpo en la eliminación de sustancias tóxicas.
Moduladores hormonales: Algunos fitoquímicos
como los fitoestrógenos, imitan la acción de ciertas hormonas en el cuerpo, o
compiten por los receptores hormonales, ayudando a la regulación hormonal
de una forma natural.
Reguladores celulares: pueden inhibir o
controlar el crecimiento de células "no deseadas" por el organismo,
como las células cancerosas (que crecen sin control)
LOS COLORES DE LOS FITONUTRIENTES.
LOS COLORES DE LOS FITONUTRIENTES.
Blanco
Los alimentos de color blanco son ricos en alicina y minerales como el potasio.
Su consumo nos ayuda a:
Los alimentos de color blanco son ricos en alicina y minerales como el potasio.
Su consumo nos ayuda a:
- Reducir el colesterol
- Disminuir la presión arterial
- Prevenir la diabetes de tipo II
Frutas: Chirimoya, Melón, Pera, Plátano.
Hortalizas: Ajo, Cebolla, Coliflor, Champiñón, Endibia, Nabo,
Puerro.
El melón: contiene una altísima
cantidad de agua (90-95%) y una cantidad de azúcar (6%) inferior a la de otras
frutas, hecho que unido a que apenas contiene grasa, hace del melón una de las
frutas con menor contenido calórico.
El ajo: ingerido regularmente, reduce el nivel de colesterol y
la tensión arterial. Además, combate las infecciones bacterianas, víricas
y fúngicas gracias a sus virtudes antibióticas.
La endivia: contiene importantes
cantidades de fibra y potasio, importante para el buen
funcionamiento del sistema cardiovascular.
El champiñón: su alto efecto
saciante y su bajo contenido calórico lo convierten en un alimento muy útil en
dietas hipocalóricas.
Naranja / Amarillo
Naranja / Amarillo
Los alimentos de color naranja o amarillo son
ricos en betacaroteno (pro vitamina A), vitamina C, potasio y acido
fólico.
Ayudan a:
- Tener una buena visión.
- Cicatrizar.
- Mantener la piel joven
- Reforzar nuestro sistema inmunitario.
Frutas: Albaricoque, limón, mandarina,
mango, melocotón, naranja, níspero, papaya, piña.
Hortalizas: Calabaza, pimiento amarillo,
zanahoria.
El limón: Unas gotas de limón en la cocción de verduras ayudan a reducir la pérdida de vitaminas en el proceso.
La piña: Es rica en bromelina, una enzima que
facilita la digestión de las proteínas, por lo que se aconseja en casos de
digestión lenta y pesadez de estómago.
La zanahoria: Es el alimento más rico en beta-caroteno, precursor de la vitamina A, necesaria para el buen funcionamiento de la retina y especialmente para la visión nocturna o con poca luz. También interviene en el buen estado de la piel y las mucosas.
La zanahoria: Es el alimento más rico en beta-caroteno, precursor de la vitamina A, necesaria para el buen funcionamiento de la retina y especialmente para la visión nocturna o con poca luz. También interviene en el buen estado de la piel y las mucosas.
La zanahoria es el alimento más rico en beta-caroteno,
precursor de la vitamina A, necesaria para el buen funcionamiento de la retina
y especialmente para la visión nocturna o con poca luz, así como para el
buen estado de la piel y mucosas.
El albaricoque: su contenido en potasio lo
convierte en una fruta diurética, recomendada en el tratamiento dietético
de diversas enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión arterial u
otras asociadas a retención de líquidos.
Rojo
Los alimentos de color rojo contienen
fitoquímicos, como el licopeno y las antocianinas.
Ayudan a:
- Tener una mejor salud cardiovascular.
- Mantener una buena memoria.
- Disminuir el riesgo de cáncer y enfermedades
del sistema urinario.
Frutas: Cereza, Frambuesa, Fresa, Granada, Manzana
roja, Sandía.
Hortalizas: Pimiento rojo, Rábano, Tomate.
El tomate: contiene licopeno, un
potente antioxidante que disminuye el riesgo de padecer enfermedades crónicas,
entre las que destacan el cáncer y las enfermedades cardiovasculares.
La frambuesa: destaca por su alto
contenido en fibra (5%), fundamentalmente fibra insoluble. Además de ser
diurética y laxante, resulta útil para tratar el reumatismo.
El pimiento: presenta unas elevadas
cantidades de antioxidantes: vitamina C, caroteno y selenio.
La sandía: es la fruta que mayor
cantidad de agua contiene (95% de su peso), por lo que estimula los riñones
para que funcionen con más eficiencia, facilitando la eliminación de las
sustancias de desecho y las toxinas.
Verde
Los alimentos de color verde son ricos en
luteína, potasio, vitaminas C y K y ácido fólico.
• El ácido fólico es muy importante durante
el embarazo para reducir el riesgo de malformaciones fetales
• La luteína es un potente antioxidante que
se encuentra en las hortalizas de hoja verde y que ayuda a mantener una buena
visión
Frutas: aguacate, kiwi, uva verde.
Hortalizas: acelga, alcachofa, brécol,
calabacín, col, espárrago verde, espinaca, judía
verde, lechuga, pepino.
Preparar las verduras al horno o al vapor con
piel evita la destrucción de vitaminas al cocinarlas.
Violeta
Los alimentos de color violeta son ricos en
antioxidantes y fitoquímicos.
Incorporarlos en nuestra dieta nos ayuda a:
• Combatir el envejecimiento
• Disminuir el riesgo de algunos tipos de
cáncer
• Mantener la salud del tracto urinario
• Preservar la memoria
Frutas: Arándano, Ciruela, Higo, Maracuyá,
Mora, Uva negra.
Hortalizas: Berenjena, Col lombarda, Remolacha.
La ciruela: es un alimento
recomendable en casos de estreñimiento, ya que tiene efecto laxante suave
gracias a la combinación en su composición de fibra soluble, compuesta
mayoritariamente por pectina, e insoluble.
La berenjena: tiene propiedades diuréticas
y laxantes, así como estimulantes del
hígado y el páncreas.