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A donde el corazón me lleve

martes, 9 de octubre de 2012


Somos luz

  Elementos con mayor presencia en el cuerpo humano
Nombre
masa %
Importancia o función
Oxígeno
65
Necesario para la respiración celular; presente en casi todos los compuestos orgánicos; forma parte del agua
Carbono
18
Constituye el esqueleto de las moléculas orgánicas; puede formar cuatro enlaces con otros tantos átomos
Hidrógeno
10
Presente en la mayoría de los compuestos orgánicos; forma parte del agua
Nitrógeno
3
Componente de todas las proteínas y ácidos nucleicos y de algunos lípidos
Calcio
1,5
Componente estructural de los huesos y dientes; importante en la contracción muscular, conducción de impulsos nerviosos y coagulación de la sangre
Fósforo
1
Componente de los ácidos nucleicos; componente estructural del hueso; importante en la transferencia de energía. Integra los fosfolípidos de la membrana celular.


Principales Oligoelementos presentes en el cuerpo humano
Potasio
0.4
Principal ion positivo (catión) del interior de las células; importante en el funcionamiento nervioso; afecta a la contracción muscular
Azufre
0,3
Componente de la mayoría de las proteínas
Sodio
0,2
Principal ion positivo del líquido intersticial (tisular); importante en el equilibrio hídrico del cuerpo; esencial para la conducción de impulsos nerviosos
Magnesio
0,1
Necesario para la sangre y los tejidos del cuerpo; forma parte de casi todas las enzimas de importancia
Cloro
0,1
Principal ion negativo (anión) del líquido intersticial; importante en el equilibrio hídrico
Hierro
trazas
Componente de la hemoglobina y forma parte de ciertas enzimas
Yodo
trazas
Componente de las hormonas tiroideas


La memoria genética ha posibilitado que lleguemos hasta aquí. Tenemos un sistema inmunitario que reacciona a fin de protegernos ante lo que le resulta desconocido, ante lo que no está incluido en esa historia sagrada que todos los seres vivos tenemos.
En origen los homínidos fueron recolectores de frutos, se movían de un paraje a otro, en función de las estaciones, en busca de los frutos de la tierra.
Más tarde surgió el sedentarismo y con él la especialización. Se comenzó a cultivar de forma sencilla la tierra (agricultura) comienza la caza y la cría de animales domésticos.
Todos estos acontecimientos requieren  haya de procesos de adaptación (evolución) en nuestro organismo y así queda en nuestra estructura intestinal la huella de lo que somos. Tenemos un intestino que no es herbívoro, pero que tampoco es carnívoro, somos por lo tanto omnívoros y en principio estamos preparados para alimentarnos, tanto de especies vegetales como de otros animales.
En las plantas la elaboración de nutrientes se realiza a través de la función clorofílica y la absorción se realiza a través de las hojas y de las raíces

 Juan Bautista Von Helmont.-
(1577 – 1644) Planto un sauce de 5 libras en una maceta con 200 libras de tierra. Después de regarlo durante 5 años con agua destilada de lluvia y evitando la caída del polvo sobre la maceta, peso el árbol, registrando un peso de 169 libras y 3 onzas sin considerar las hojas caídas. El suelo perdió solo 2 onzas de peso en ese tiempo; su conclusión fue: el agua es el principio de la vegetación.

A través de de las raíces las plantas absorben el agua y una pequeña parte de nutrientes que le son necesarios para mantener la estructura (minerales), pero es en la hojas donde se produce un fenómeno denominado fotosíntesis y del que la planta activada por la luz solar (único nutriente externo al planeta) obtiene el carbono del CO2 de la atmósfera
Nosotros cuando ingerimos alimentos, destinamos una porción de ellos a reservas y lo transformamos fundamentalmente en azucares y grasas que mantenemos en distintos depósitos del cuerpo y otra porción la destinamos al consumo y mantenimiento de la actividad vital.

La cigarra y la hormiga

En origen las reservas están hechas para mantener la vida en épocas de carencia y se deberían consumir y reponer con relativa frecuencia.
No estamos preparados para vivir con los depósitos de reserva continuamente saturados.
La manipulación de los alimentos en busca de texturas más agradables o para facilitar su conservación nos lleva a desnaturalizar los nutrientes que tomamos (restar vida)

(Conservas, sal, aditivos,…)
(Refinado, harinas, azúcar, leche,….)
(Transgénicos, injertos, tomate,…)

Para nutrirnos necesitamos sustancias que nosotros mismos podemos elaborar a partir de otras más sencillas o desdoblando otras más complejas y otras cuya ingesta hemos de suplementar para adecuarla a nuestras necesidades (vitamina D y vitamina B) (germen de trigo y espirulina)

Para absorber determinados nutrientes, necesitamos adaptarlos (quelatos, bacterias, mariscos) para engancharlos a compuestos orgánicos que sean absorbibles por nuestra naturaleza.

La luz

En el proceso de nutrición celular, los animales generamos la energía necesaria para nuestra actividad vital. Para adquirir esa fuerza interior descomponemos el proceso que realizan las plantas, mediante la oxidación (combustión) de compuestos de carbono sencillos para producir CO2 + agua. 
Pero en este proceso de oxidación-combustión, no solo se produce el calor necesario para mantener la vida sino que como en toda combustión, se produce luz, y esa luz recuperada de los alimentos se dice que es el alimento del espíritu.

La luz viene a nosotros a través de los alimentos vivos, íntegros, que han acumulado en sus tejidos la luz solar y nos la manifiestan con sus colores.  

       Primer Chacra:        Rojo
       Segundo Chacra:      Naranja
       Tercer Chacra:        Amarillo
       Cuarto Chacra:        Verde
       Quinto Chacra:        Azul
       Sexto Chacra:         Violeta
       Séptimo Chacra:      Blanco 

Esta es una lista orientativa de alimentos que estimularían cada chacra al ser de ese color. Una dieta variada en colores sería la ideal para encontrar el equilibrio energético en nuestra naturaleza.

1.        Chacra raíz (color rojo).

Hortalizas de color rojo: rábano, remolacha, cebollas (rojas), tomate, pimiento rojo...
Frutas de color rojo: fresas, sandía, cerezas, frambuesas, uvas rojas...
Alimentos ricos en proteínas: los huevos, carne, legumbres, tofu, productos de soja...

2.        Chacra del sacro (color naranja).

Frutas: Melones, mangos, naranjas, papaya, melocotones, kakis, albaricoques, mandarinas, fruta de la pasión...
Frutos secos: almendras, nueces... Hortalizas: Zanahorias, calabaza...

3.        Chacra del plexo solar (color amarillo).
Frutas: plátanos, piña, melón, ciruelas amarillas, peras...
Cereales: Pasta, arroz, patatas, semillas de lino y semillas de girasol.
Los lácteos en general (leche, quesos y yogur) estimulan este chacra.

4.        Chacra del corazón (color verde).
Frutas: kiwis, aguacate, chirimoyas, manzanas, higos verdes, uvas verdes...
Hortalizas y verduras de hoja verde: brócoli, coliflor, diente de león, repollo, apio, espinaca, lechuga, coles, té verde, perejil, cilantro, tomillo, salvia...

5.        Chacra de la garganta (color azul).
Este chacra se estimula con líquidos como el agua, zumos de frutas o té de hierbas.
Especias: sal y limón.

6.        Chacra del tercer ojo (violeta, índigo).
Se estimula con frutos de color azul oscuro o violeta como los frutos del bosque, moras, ciruelas violeta, arándanos, higos violetas, uvas moradas...

7.        Chacra coronario (color blanco).
Este chacra no se estimula a través de la alimentación, sino a través del ayuno y del aire limpio. Desintoxicación, sunganzing (mirar al sol). Sin embargo hay alimentos de color blanco que estimulan todos los chacras (ajo, cebolla,..)

En los últimos siglos, la humanidad en general y los más poderosos en particular se ha alimentado dándole el poder a los tres primeros chacras, sobre todo al primero, el cual rige la impaciencia, la rabia, el apego, el materialismo, los miedos, el ego, las estrategias... ¿será casualidad que hasta ahora se haya valorado más el consumo de carne roja y apenas el de frutas y verduras de color verde?
Si cambiamos nuestra manera de comer, cambiaremos nuestra manera de pensar y cambiará nuestra vida. Con la meditación y la alimentación podemos estimular otros centros de energía, y cambiaremos nuestras vidas. Si queremos llevar una dieta energéticamente equilibrada, debe ser variada en formas, variedades y colores y comer por los menos un alimento de cada grupo.

Los fitonutrientes, también llamados fitoquímicos son las sustancias que le dan a las plantas su color y sabor y comprenden un grupo de más de 600 químicos naturales presentes en las plantas
Se pueden agrupar en cuatro categorías básicas:
Antioxidantes: Fitoquímicos que combaten el daño celular causado por los radicales libres que puede llevar al cáncer, enfermedades cardiovasculares, artritis, envejecimiento y muchas otras enfermedades crónicas.
Detoxificantes: Los fitoquímicos de esta categoría, ayudan al cuerpo en la eliminación de sustancias tóxicas.
Moduladores hormonales: Algunos fitoquímicos como los fitoestrógenos, imitan la acción de ciertas hormonas en el cuerpo, o compiten por los receptores hormonales,  ayudando a la regulación hormonal de una forma natural.
Reguladores celulares: pueden inhibir o controlar el crecimiento de células "no deseadas" por el organismo, como las células cancerosas (que crecen sin control)

LOS COLORES DE LOS FITONUTRIENTES.

Blanco
Los alimentos de color blanco son ricos en alicina y minerales como el potasio.
Su consumo nos ayuda a:
- Reducir el colesterol
- Disminuir la presión arterial
- Prevenir la diabetes de tipo II

Frutas: Chirimoya, Melón, Pera, Plátano.
Hortalizas: Ajo, Cebolla, Coliflor, Champiñón, Endibia, Nabo, Puerro.

El melón: contiene una altísima cantidad de agua (90-95%) y una cantidad de azúcar (6%) inferior a la de otras frutas, hecho que unido a que apenas contiene grasa, hace del melón una de las frutas con menor contenido calórico.
El ajo: ingerido regularmente, reduce el nivel de colesterol y la tensión arterial. Además, combate las infecciones bacterianas, víricas y fúngicas gracias a sus virtudes antibióticas.
La endivia: contiene importantes cantidades de fibra y potasio, importante para  el buen funcionamiento del sistema cardiovascular.
El champiñón: su alto efecto saciante y su bajo contenido calórico lo convierten en un alimento muy útil en dietas hipocalóricas.

Naranja / Amarillo
Los alimentos de color naranja o amarillo son ricos en betacaroteno (pro vitamina A), vitamina C, potasio y acido fólico.
Ayudan a:
- Tener una buena visión.
- Cicatrizar.
- Mantener la piel joven
- Reforzar nuestro sistema inmunitario.

Frutas: Albaricoque, limón, mandarina, mango, melocotón, naranja, níspero, papaya, piña.
Hortalizas: Calabaza, pimiento amarillo, zanahoria.

El limón: Unas gotas de limón en la cocción de verduras ayudan a reducir la pérdida de vitaminas en el proceso.
La piña: Es rica en bromelina, una enzima que facilita la digestión de las proteínas, por lo que se aconseja en casos de digestión lenta y pesadez de estómago.
La zanahoria: Es el alimento más rico en beta-caroteno, precursor de la vitamina A, necesaria para el buen funcionamiento de la retina y especialmente para la visión nocturna o con poca luz. También interviene en el buen estado de la piel y las mucosas. 
La zanahoria es el alimento más rico en beta-caroteno, precursor de la vitamina A, necesaria para el buen funcionamiento de la retina y especialmente para la visión nocturna o con poca luz, así como para el buen estado de la piel y mucosas.
El albaricoque: su contenido en potasio lo convierte en una fruta diurética, recomendada en el tratamiento dietético de diversas enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión arterial u otras asociadas a retención de líquidos. 

Rojo
Los alimentos de color rojo contienen fitoquímicos, como el licopeno y las antocianinas.
Ayudan a:
- Tener una mejor salud cardiovascular.
- Mantener una buena memoria.
- Disminuir el riesgo de cáncer y enfermedades del sistema urinario.

Frutas: Cereza, Frambuesa, Fresa, Granada, Manzana roja, Sandía.
Hortalizas: Pimiento rojo, Rábano, Tomate.

El tomate: contiene licopeno, un potente antioxidante que disminuye el riesgo de padecer enfermedades crónicas, entre las que destacan el cáncer y las enfermedades cardiovasculares.
La frambuesa: destaca por su alto contenido en fibra (5%), fundamentalmente fibra insoluble. Además de ser diurética y laxante, resulta útil para tratar el reumatismo.
El pimiento: presenta unas elevadas cantidades de antioxidantes: vitamina C, caroteno y selenio.
La sandía: es la fruta que mayor cantidad de agua contiene (95% de su peso), por lo que estimula los riñones para que funcionen con más eficiencia, facilitando la eliminación de las sustancias de desecho y las toxinas.

Verde
Los alimentos de color verde son ricos en luteína, potasio, vitaminas C y K y ácido fólico.
• El ácido fólico es muy importante durante el embarazo para reducir el riesgo de malformaciones fetales
• La luteína es un potente antioxidante que se encuentra en las hortalizas de hoja verde y que ayuda a mantener una buena visión

Frutas: aguacate, kiwi, uva verde.
Hortalizas: acelga, alcachofa, brécol, calabacín, col, espárrago verde,  espinaca, judía verde, lechuga, pepino.
Preparar las verduras al horno o al vapor con piel evita la destrucción de vitaminas al cocinarlas.

Violeta
Los alimentos de color violeta son ricos en antioxidantes y fitoquímicos.
Incorporarlos en nuestra dieta nos ayuda a:
• Combatir el envejecimiento
• Disminuir el riesgo de algunos tipos de cáncer
• Mantener la salud del tracto urinario
• Preservar la memoria

Frutas: Arándano, Ciruela, Higo, Maracuyá, Mora, Uva negra.
Hortalizas: Berenjena, Col lombarda, Remolacha.

La ciruela: es un alimento recomendable en casos de estreñimiento, ya que tiene efecto laxante suave gracias a la combinación en su composición de fibra soluble, compuesta mayoritariamente por pectina, e insoluble.
La berenjena: tiene propiedades diuréticas y laxantes, así como  estimulantes del hígado y el páncreas.